En estos días, donde nos enfrentamos a la crisis más "compleja" de la historia, han vuelto a surgir con fuerza las voces opositoras a la globalización. En el sector de las telecomunicaciones, el comercio y la globalización han reportado beneficios ingentes a muchos países y ciudadanos. Sin embargo, a muchos les asaltan dudas sobre la veracidad de esta afirmación para el sector de las telecomunicaciones, sobre todo en el impacto que ha tenido en la calidad del empleo en los países occidentales. La realidad es que este sector se enfrenta a un duro problema en muchos países, que no es precisamente la globalización: es de los pocos sectores, por no decir el único, que es deflacionista. Durante años, los precios de los servicios y equipos de telecomunicaciones no dejan de bajar, ofreciendo mucho más por menos. Un importante factor para la bajada es el entorno regulatorio... ¿Es realmente cara una tarifa plana de servicios de telecomunicaciones si lo comparamos con el precio de tomar unas tapas, unas copas, ir al cine o poner la calefacción?...
Centrándonos en el tema de la globalización, el comercio ha permitido a muchas naciones obtener los beneficios de la especialización y conseguir economías de escala. Ha incrementado la productividad, impulsado la difusión del conocimiento y de las nuevas tecnologías y aumentado la posibilidad de elección de los consumidores. El comercio y la globalización han dado una mayor prosperidad para centenares de millones de personas, mejorando la asignación de recursos, reduciendo la pobreza y una mayor estabilidad entre los países. Hace unos años pensábamos que la globalización sólo afectaría negativamente a sectores intensivos en mano de obra, como el textil o el agrario, pero ya está afectando a los sectores intensivos en I+D, como el de las telecomunicaciones. Sin embargo, debemos tomar el ejemplo de empresas como Inditex o Adolfo Dominguez, donde la globalización ha sido una oportunidad de crecimiento, emprendiendo un exitoso proceso de intercionalización en base, precisamente, a un avanzado sistema de coordinación y control de sistemas productivos fragmentados, gracias a los avances de los sistemas de información y las telecomunicaciones, asi como a la reducción de los costes de transporte y comunicación, costos de seguros y arances, mejora de la propiedad intelectual, acceso a subvenciones, etc. Las telecomunicaciones son uno de los pilares básicos sobre los que se ha construido el éxito de estos grupos.
El comercio es beneficioso para los fabricantes de telecomunicaciones, porque aunque están sometidas a una mayor presión competitiva, pueden acceder a nuevos mercados, reduciendo los riesgos de tipos de cambio y crisis regionales, aumentando su producción y reduciendo sus costos a través de economías de escala y el efecto experiencia. Las empresas también pueden conseguir beneficios importantes gracias al acceso a insumos intermedios especializados. Las diferentes etapas de la producción, ya sean de productos o servicios, se requieren tipos distintos de tecnología y de cualificación o insumos en distintas proporciones. En estas condiciones, la ventaja de fragmentar la producción entre varios países consiste en que la empresa puede localizar diferentes etapas del proceso de producción en el país en el que exista una abundancia relativa del tipo de cualificación o de insumo (energía barata, hierro, chips, conocimiento en algún área específica como el datacom en Estados Unidos, el transporte óptico en Italia o el software en La India, etc.) que se utiliza de forma más intensiva en esa etapa de producción.
Fruto de la globalización de los suministradores, los operadores, empresas y particulares tienen a su disposición una mayor variedad de productos y servicios a precios más bajos y de mayor calidad. Sin embargo, sobrevivir en este entorno más competitivo exige una mayor especialización, eficiencia y productividad, razón por la cual muchos suministradores y operadores han tenido que recurrir a reestructuraciones organizativas y reducciones de plantilla. Este año, el 2009, será decisivo en la configuración del nuevo escenario futuro de las telecomunicaciones. No todos seguirán dando que hablar, pero aquellos que lo hagan, lo harán reforzados. ¿Están las empresas de telecomunicaciones españolas o con presencia en nuestro país preparadas para la globalización?... Ejemplos como el del Grupo Telefónica, demuestran que sí. Sin embargo ¿facilita la Administración la I+D+i y la consecución de sinergias y economías de escala en nuestras empresas?... Esta cuestión da para otro artículo de opinión.