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Los beneficios y amenazas de la Inteligencia Artificial

Autor: Ramón Jesús Millán Tejedor

Publicado en BIT nº 230, COIT & AEIT, 2023

Los beneficios y amenazas de la inteligencia artificial


Artificial Intelligence in iRobot filmEn el año 2023 se ha alcanzado un punto de inflexión para la IA (Inteligencia Artificial). La IA generativa ha impulsado definitivamente su conocimiento y adopción, en especial gracias a ChatGPT de OpenAI, que tras su lanzamiento al gran público el 30 de noviembre de 2022, alcanzó los 100 millones de usuarios en menos de 2 meses, superando en rapidez de crecimiento a otras aplicaciones populares como Instagram, TikTok, X...

De la mano del gran interés suscitado en los medios de comunicación y las expectativas de negocio futuro de la IA, las empresas tecnológicas resucitaron en bolsa en el año 2023, después de un desastroso año 2022. Entre las empresas más beneficiadas están: Alphabet, Nvidia, Meta, Microsoft, Oracle, Tesla... El potencial de la IA va mucho más allá de la IA generativa, siendo para muchos expertos, el pilar de una nueva "revolución industrial". Sus beneficios económicos y sociales son muy extensos. En el corto plazo, la IA ayudará a la automatización de muchas tareas rutinarias y monótonas, con la consiguiente mejora de la creatividad y eficiencia. La IA ya está ayudando a mejorar la rapidez y precisión en muchos sectores; por ejemplo, en la atención sanitaria con diagnósticos, o en la seguridad de los vehículos con conducción semiautónoma. A más largo plazo, la IA podría ayudar a resolver los complejos desafíos globales: sanitarios, alimentarios, climáticos...

Sin embargo, esta tecnología también supone muy diversas y serias amenazas. Hace unos meses, una carta firmada por investigadores, ingenieros y ejecutivos expertos en IA, incluyendo los líderes de OpenAI y Google DeepMind, alertaba de la necesidad de mitigar los riesgos que supone la IA, comparándolos con los de una pandemia o una guerra nuclear.

A corto plazo, la IA puede ser una herramienta para la desinformación, la suplantación de identidad y los ciberataques. Otros riesgos que ya estamos sufriendo son los respectivos a la protección de datos y la intimidad, la propiedad intelectual y los derechos humanos y libertades fundamentales. A medio plazo, la IA supone una amenaza para los puestos de trabajo de muchos profesionales y los usos poco éticos asociados con fines armamentísticos o de desestabilización social. En el largo plazo, la IA general pone en riesgo la propia supervivencia del ser humano, pues dejaremos de ser la especie más evolucionada y estos poderosos y superinteligentes sistemas podrían rebelarse y tornarse en nuestra contra.

Existen opiniones positivas y otras negativas en torno a la IA, como ocurre con cualquier disrupción tecnológica. ¿Cuál será la acertada?... aunque probablemente sea una mezcla de ambas, sólo el tiempo podrá resolver la cuestión.

La tecnología siempre evoluciona más rápidamente que la regulación y, debido a la extensa lista de peligros que presenta la IA, es urgente adoptar un nuevo marco normativo. Nunca debemos poner barreras al progreso, la competitividad y la innovación, pero también debemos ser conscientes de sus potenciales riesgos y, cuanto más poder tiene una tecnología, mayor es el daño que puede ocasionar, ya sea por mal uso, errores o accidentes. Lo ideal sería contar con un marco legal global, coordinado, responsable, fiable, identificable, adaptable y transparente; que permita aprovecharse de los beneficios de la IA, pero garantizando los derechos fundamentales de los usuarios y generando confianza y seguridad. Además, los gobiernos de todo el mundo deben colaborar en la creación de un organismo global para la IA, equivalente a la Agencia Internacional de la Energía Atómica o la Organización Mundial de la Salud.

Estados Unidos, China y la Unión Europea han entendido que es necesario regular la AI, debido a los riesgos que presentan para la sociedad. En concreto, La UE está trabajando en la primera ley integral del mundo sobre IA, apoyándose en seis principios básicos: seguridad, transparencia, trazabilidad, no discriminación, respeto con el medio ambiente y supervisión humana.

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