El mercado de servicios "premium" fue todo un éxito en los años 1990s, con el "boom" de la telefonía móvil. Los consumidores pagaban cuantías pequeñas, pero acumulativamente muy significativas, en contenidos tales como tonos de llamada, fondos de pantalla, juegos, etc. Sin embargo, con la proliferación de la banda ancha e Internet, las operadoras han ido perdiendo progresivamente la posición de control tanto de clientes, como de desarrolladores y proveedores de contenidos; pasando a manos de los fabricantes de los sistemas operativos móviles y de las OTT (Over-The-Top).
¿Es una situación irreversible?... Por supuesto que no, las operadoras pueden mejorar su actual situación competitiva de muchas formas, por ejemplo, a través de la exposición de API (Application Program Interfaces). Estos componentes suelen forman parte del SDP (Service Delivery Platform) y permiten a los operadores innovar y explorar nuevas oportunidades de negocio, con una mínima inversión, a través de la exposición de datos de sus clientes, su infraestructura de red y sus sistemas de información; a sus propios desarrolladores, sus partners (OTT, proveedores de servicios M2M, OMV, etc.) y a sus clientes residenciales y empresariales.
Las API ya están siendo utilizadas amplia y exitosamente por Amazon, Facebook, Google, Netflix, etc.; sin embargo, las operadoras tienen varias ventajas en comparación con las OTT. En primer lugar, los servicios de voz y mensajería de las operadoras son los únicos realmente universales; en cambio, Skype no puede comunicarse por ejemplo con WhatsApp. Por otro lado, la calidad de la red es importantísima en las nuevas aplicaciones M2M (el hogar inteligente, el coche autónomo, etc.), y las operadores, además de asegurar una comunicación interoperable, segura, con bajo retardo, fiable y robusta, para cada tipo de servicio y momento específico; puede proporcionar también otras capacidades como localización, presencia, autenticación y autorización, contexto, facturación, analítica de datos, etc. La proliferación de IMS, NFV, SDN y servicios en la nube, ampliará notablemente las capacidades de API de los operadores.
Una de las aplicaciones más interesantes y más extendidas actualmente en las operadoras españolas, es la de hacer de intermediario en los pagos por contenidos y servicios digitales. Por ejemplo, el pasado mes de Agosto, Telefónica anunció que permitirá a sus clientes pagar en su factura de móvil todas las compras realizadas en las plataformas digitales de Apple (App Store, iTunes, iBooks y Apple Music). Se trata de un servicio gratuito para sus clientes, que ya estaba disponible para Google Play, Facebook, Badoo, etc., que evita utilizar tarjetas de crédito. Pero son muchos los ejemplos de operadores que han innovado exitosamente utilizando API en otros países. Por ejemplo, Deutsche Telekom ofrece un servicio de gestión de tarjetas de crédito a instituciones financieras, en el que la localización, SMS y APIs con consentimiento, son utilizados para confirmar la ubicación de los clientes cuando viajan internacionalmente, con el fin de evitar transacciones fraudulentas. Otro caso de uso interesante es el de Zain Kuwait, que ha lanzado la app AdZone, con el que los anunciantes pueden contactar con potenciales clientes con video clips, mensajes SMS, mensajes de alarma, etc., basados en su ubicación.