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FTTT (Fiber-To-The-Tower) & FTTA (Fiber-To-The-Antenna)

Autor: Ramón Jesús Millán Tejedor

Publicado en Conectrónica nº 162, GM2 Publicaciones Técnicas, 2012

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"Mobile backhaul" es el medio por el que las estaciones base celulares, eNode B en el caso de 4G, se conectan al centro de conmutación del operador, o SAE GW y MME, sobre una diversidad de medios. Debido a razones técnicas y económicas, es una de las partes de la red que más atención está suscitando en los últimos años, debido a los grandes requerimientos de ancho de banda asociados a HSPA y LTE.

Antena de telefonia movil

En las 2G y los primeros servicios 3G era suficiente con un pequeño número de enlaces TDM E1/T1, dado que cada canal de voz consumía tan sólo 8 kbps. Sin embargo, los requerimientos de HSPA y LTE no hacen económicamente viable el uso de los tradicionales enlaces E1/T1, pues el ancho de banda que puede consumir un usuario con banda ancha móvil puede ser de varios Mbps. Así, mientras en una estación 2G era suficiente con 1-2 E1 por estación base, HSPA requeriría de 8-16 E1. LTE permite ofrecer unos anchos de banda y eficiencia espectral mucho mayores que las tecnologías predecesoras. LTE permitirá velocidades de más de 150 Mbps de descarga y 50 Mbps de subida. LTE es una tecnología “todo IP”, lo que supone la transición de 3G, de TDM o ATM a portadoras IP para el transporte del tráfico de usuarios y de señalización, suponiendo grandes cambios en la red de “backhaul”.

Por motivos de cobertura, terminales, etc., las redes 4G y 3G/2G coexistirán durante varios años. Así, dependiendo de la infraestructura desplegada por el operador y la tecnología radio (2G, 3G, 4G), la solución óptima técnica y económicamente pasará por equipos sobre distintos medios físicos: radio (equipos de microondas PDH, SDH, Ethernet o híbridos TDM-paquetes), cobre (equipos xDSL) o fibra óptica (equipos GPON, fibra P2P o WDM-PON). El tráfico generado por estos equipos será agregado empleando equipos SDH-NG, Carrier Ethernet, ATM o IP/MPLS. Este cambio gradual a un transporte IP simplificará el diseño de la red, reducirá los gastos de infraestructura y permitirá gestionar todas las tecnologías de acceso sobre una misma red troncal.

Aunque los medios físicos más utilizados históricamente para “mobile backhaul” han sido la radio y el cobre, la reducción de precios de la fibra óptica y sus conocidos beneficios, así como los exigentes requisitos de LTE, la han convertido en el medio idóneo para realizar esta conexión entre la red de acceso radio y la red troncal del operador. Así, han aparecido los términos FTTT (Fiber-To-The-Tower) o FTTCS (Fiber-To-The-Cell-Site); por analogía a la FTTH (Fiber-To-The-Home), FFTB (Fiber-To-The-Building) o FFTC (Fiber-To-The-Curb) en el mercado residencial y empresarial. La fibra hasta la torre ofrece grandes mejoras en cuanto a ancho de banda, latencia y calidad de la señal. Además, las redes de acceso por fibra óptica ofrecen ventajas en cuanto a costes operativos, por las bajas necesidades de energía, menores interferencias, etc. Los operadores pueden reutilizar la infraestructura de fibra óptica desplegada en FTTH/B, para FTTT/CS, aumentando el retorno de la inversión. Es más, algunos de estos usuarios pueden tener “small cells” instaladas dentro o en las inmediaciones de sus casas u oficinas, con el fin de mejorar la cobertura y optimizar las tarifas de datos de sus dispositivos móviles. En este caso, tanto las “macro-cells” como las “small-cells” estarían conectadas a la red troncal del operador a través de conexiones de fibra óptica, aunque las “small-cells” compartiría la fibra con el resto de dispositivos y servicios del usuario final.

También se utiliza el término FTTA (Fiber-To-The-Antenna), cuando la fibra se lleva “más arriba”, remplazando el cable coaxial tradicional en nuevas construcciones o actualizaciones de la interconexión entre la “estación base” y la propia “antena”. La instalación de fibra hasta lo alto de la antena proporciona beneficios adicionales, ya que los cables coaxiales empleados por las antenas son relativamente anchos y pesados, ocupan más espacio, son ineficientes en términos de potencia, requieren más mano de obra de instalación, etc. Los operadores móviles pagan a los dueños de los emplazamientos donde se ubica la antena dependiendo del número y tamaño de los componentes instalados, por lo que cuento más compactos son, menor es el coste. Es decir, es preferible el menor volumen, mayor flexibilidad y menor peso de la fibra óptica.

Arquitectura de Fiber-To-The-Tower

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